miércoles, 27 de agosto de 2014
Agosto del 14 - El 100 cumpleaños de Julio Cortázar
26 de agosto del año 14.
El mundo está en guerra. Julio Cortazar nace en Europa el 26 de agosto de 1914. Podría ser europeo, pero será americano. También será algo europeo, por cultura, por herencia, bastante europeo luego, cuando se instale en París, cuando tenga una vida europea, francesa sobre todo. Pero sobre todo será argentino, porteño antes que nada. He visto imágenes de Julio Cortazar en el París de los años setenta hablando del Buenos Aires de los treinta, un doble viaje en el tiempo. He visto a Julio en el documental ‘Cortázar’, dirigido por Tristán Bauer. El documental se estrenó el 21 de octubre de 1994. Se emitió en televisión española el domingo 24 de agosto de 2014 por la noche. Hoy es 26 de agosto de 2014. Julio Cortázar nació en Bruselas el 26 de agosto de 1914. El 20 de agosto el ejército alemán había llegado a Bruselas y durante tres días y tres noches estuvo cruzando la ciudad como un río. Eso es lo que contó el novelista americano y corresponsal de guerra Richard Harding Davis, que el ejército alemán atravesando Bruselas se parecía a un torrente o a una máquina. Cruzó la ciudad sin resistencia y durante tres días y tres noches la dividió en dos. “Durante toda la noche, como el tumulto de un río cuando corre entre los riscos de un cañón, pude escuchar en mi sueño el lento rugir del ejército que pasaba”. La familia de Julio Cortázar ¿escuchaba también ese mismo rumor?. Se largaron a Suiza en cuanto pudieron, y luego estuvieron un breve tiempo en Barcelona, pero en 1919 ya se habían instalado a las afueras de Buenos Aires. Se puede nacer en Europa y ser americano. Se puede ser americano y europeo, tener dentro identidades complementarias e incluso contradictorias. Se puede pertenecer a un espacio cultural local, nacional, transnacional, internacional, a un espacio inserto en otro mayor que a su vez está inserto en otro mayor... Sobre esto y sobre lo que era (y es) la identidad latinoamericana polemizaron Cortazar y José María Arguedas (ver http://narratura.blogspot.com.es/2011/10/la-polemica-arguedas-cortazar-1967-1969.html). “La argentinidad de mi obra ha ganado en vez de perder por esa ósmosis espiritual en la que el escritor no renuncia a nada, no traiciona nada, sino que sitúa su visión en un plano donde sus valores originales se insertan en una trama infinitamente más amplia y más rica y por eso mismo -como de sobra lo sé yo aunque otros lo nieguen- ganan a su vez en amplitud y riqueza, se recobran en lo que pueden tener de más hondo y de más valedero", escribió Cortázar en el transcurso de esa polémica. El mapa de la humanidad no se está quieto, se reorganiza como los continentes, y a veces, cuando se tocan diferentes placas tectónicas, tenemos un terremoto. Miren lo que les pasa a algunos jóvenes musulmanes criados en Europa, que no pueden poner de acuerdo sus diferentes identidades y deciden matar una de ellas. Ahora mismo tenemos un mundo convulso, un mundo que se reorganiza, con los países musulmanes jugando un papel especial y con una tensión creciente –quién lo hubiera dicho– en la frontera oriental de Europa –¿o es el corazón oriental de Europa–?.
Julio Cortazar nació en medio de la primera Guerra Mundial. Bueno, no exactamente en medio, sino en sus comienzos. Hoy el mundo está en guerra pero mi ciudad goza de una paz fantástica este día 26 de agosto de 2014, cuando celebramos el cumpleaños de Julio Cortazar y recordamos aquel otro mundo, el de las películas de Charlie Chaplin, la revolución mexicana, el Imperio Austrohúngaro, las industrias Ford y las primeras cadenas de montaje. ¿Es posible estar en paz en un planeta seriamente afectado por la guerra?. ¿Es posible? En mi ciudad hay una paz fantástica este 26 de agosto, pero el cielo estalla sobre Irak o sobre la franja de Gaza o sobre una aldea perdida en el cielo del sur. Cielo del sur, cielo de las tormentas. Julio Cortázar emigró a Francia en 1951 pero no estaba en paz cuando oía el ruido de las tormentas en América Latina. O sí lo estaba, a ratos, entre sus discos y sus libros, las cosas que se oponen no son tajantemente excluyentes, la paz y la guerra se suceden y se abrazan, y casi estoy pensando ya en el gato de Schrödinger, pero eso nos llevaría demasiado lejos. Hace poco la ONU declaró lo que llaman “máxima alerta humanitaria” en cuatro lugares del mundo: Irak, Sudán del Sur, Siria y la República Centroafricana. Con los refugiados de todas las guerras se podría hacer un país de 50 millones de personas. Con una parte de esos refugiados España podría solucionar el problema demográfico que dicen que tenemos. Dicen que tenemos un problema demográfico por falta de nacimientos, pero ¿cómo? Y entonces ¿toda esa gente que sobra? ¿La gente que ha salido disparada del mercado de trabajo y hasta del pais y hasta de las estadísticas?. Hace cien años Europa estaba en guerra y el gobierno conservador de Eduardo Dato que salió de las elecciones de 1914 declaró la neutralidad española, pero luego el 20% de la flota mercante fue hundida por submarinos alemanes. La flota de guerra no se movió, pero la marina mercante no paraba. El padre del poeta bilbaino Blas de Otero se forró en aquellos días, como la mayor parte de la burguesía vizcaina, pero se arruinó con la crisis económica que liquidó los felices años veinte (¿felices para quién?). Julio Cortázar nacio en Bruselas. Cuando nació, faltaba un año, más o menos, para que Wilfred Owen se alistara en el ejército británico y empezara a cruzar el infierno donde la sentencia clásica “dulce et decorum est pro patria mori” se convertiría en uno de los sarcasmos más demoledores jamás dichos en un poema. Julio Cortázar tenía 4 años cuando Wilfred Owen murió en acción de guerra mientras cruzaba el Canal del Sambre-Oise exactamente una semana antes de que se firmara el armisticio. Julio Cortázar pasó su infancia en Banfield, un suburbio o población del Gran Buenos Aires. Infancia sin padre, como es sabido. En 1951 emigró a Francia, y luego, en los años setenta, con Videla en el poder y eso que justamente se ha definido como “terrorismo de Estado” en la Argentina, no podía volver aunque quisiera. En Francia Julio se alineó contra eso y con la revolución cubana. Así no era posible regresar. Donde sí viajó fue a Nicaragua en el 76. Sólo en el 83 visitó Buenos Aires. Dicen que la gente le reconocía y le pedía autógrafos, pero que las autoridades no le hicieron ni caso. Pasó sus últimos años en París, primero en una casa de la rue Martel y luego en la rue de L'Eperon. Estos detalles pueden leerse en Wikipedia. A finales de los setenta, mi amiga Itziar Vicario decía que iba a ir a París a visitar a Cortázar. No sé si llegó a hacerlo. Cortazar murió el 12 de febrero de 1984 y está enterrado en el cementerio de Montparnasse. Hoy cumple 100 años. Es lo que tienen los muertos que son recordados, que aún cumplen años después de muertos. Así en la paz como en la guerra, así en el cielo como en la tierra, tierra del hambre y del hartazgo, cielo de todos y de nadie donde estallan los aviones.
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