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Habitante de la ciudad extrañado |
lunes, 25 de febrero de 2013
Extrañados
domingo, 24 de febrero de 2013
Tragicomedia
Todos
los recortes del Gobierno han acabado en un aumento de la deuda
pública como para reírse del año 2009, aquel annus horribilis de
Rodríguez Zapatero, y todos los sacrificios cargados sobre las
espaldas de la gente común se cotejan a diario (en las mentes de esa
misma gente común) con los millones de la corrupción, que incluye
las corruptelas, las corrupcioncitas y las tramas fabulosas. Los
políticos sacan a pasear las cifras de sus sueldos, pero incluso
contando con que detrás de tanta exhibición de transparencia no
haya ni gatos encerrados ni cajones escondidos, al jubilado que
trabajó desde los 14 años y cobra una pensión de 720 euros
mensuales los sueldos de los políticos aún le parecen indecentes
(por no hablar de sus jubilaciones). No es que todos los políticos
sean corruptos, aunque el sistema tal y como está montado favorece
mucho la cosa, y no es que todos tengan quince pisos y cuentas en
Suiza (eso espero). Lo que pasa es que prácticamente todos los
cargos electos y muchos no electos tienen demasiada guita como para
caer bien a la gente en esta hora de empobrecimiento en la que pierde
el que menos tiene porque pierde poder aquisitivo y además servicios
sociales y centros médicos de urgencias. En mitad de la fiesta, Yola
Berrocal ha dicho que ella es “un ejemplo de la fuga de cerebros”,
y la carcajada general resuena en las redes de la Red y en los
teléfonos, en las salas de espera, en las paradas de autobús, en
los bares y en las fábricas que aún funcionan. Es una carcajada
furiosa, amarga, vírica, terrible. Es una carcajada hecha de
espasmos, que echa demonios a volar como si fueran palomas de ceniza.
No quedan palomas blancas, y mientras las batas blancas se van al
Instituto Tecnológico de donde sea con sus proyectos, Luis Bárcenas
nos hace una peineta a todos en el aeropuerto de Madrid-Barajas a
través de la cámara. La carcajada vuelve a sonar, y también las
imprecaciones, pero este barullo dantesco no se parece a la comedia
clásica, ni siquiera a la comedia del cine clásico. La realidad se
reinventa y se repite, el arte también, y en los premios Goya no
todo lo más interesante está en primer plano, pero muchas veces no
sabemos si son obras de género o de nuevo género las que vemos. En
el mundo clásico la comedia y la tragedia no se podían mezclar. La
realidad ya las mezclaba entonces. La realidad humana ha sido siempre
una opereta entre lo ridículo y lo sublime, un reality show abyecto
que comparte pantalla con alguna cosa bella y tal vez noble.
Llamémosle tragicomedia a esto que nos envuelve, más barroca aún
que la tragicomedia barroca. Necesitamos las clasificaciones para
tener un momento de seguridad entre el vértigo antes de que venga la
realidad y las vuele por los aires. Después del bombazo, todo queda
pegado, fundido, confundido y hay que empezar de nuevo.
[Publicado en el diario El Correo el martes día 19]
domingo, 17 de febrero de 2013
La Realidad (detalle)
Llaman a la
puerta. También llaman a la ventana. “¿Sí, quién es?”.
–Buenos
días. Soy la Realidad.
–Vaya por
Dios. ¿Y qué se le ofrece?
–Pues venía
a traerle esta imagen mía o realidad virtual generada por
procedimientos complejos que ofrecen los medios de comunicación.
Termino
deprisa el café, que era un pedazo de realidad mucho más agradable
que todo este embrollo que la Realidad despliega para mi sobre el
panel ceniciento del día. Está lloviendo en Bilbao. Juan Carlos
Eguillor ya no está aquí para dibujar la lluvia. Esto también es
la realidad. La Realidad me va pasando por delante de los ojos
titulares e imágenes. Es un delirio. La realidad delira. ¿Pero qué
hace Rubalcaba pidiendo la dimisión de Rajoy con esa cara de
circunstancias en vez de dedicarse a limpiar su patio trasero? ¿De
veras piensa que atacando el flanco de los errrores de su adversario
va a conseguir lo que consiguió Rodríguez Zapatero tras el 11M? ¿De
veras creen los políticos de uno y otro partido que las viejas
jugadas pueden tener el mismo efecto que antes? ¿Antes de qué?
Antes de que el gran teatro podrido se hundiera bajo la lluvia y
quedara totalmente al descubierto en su mezquina grandeza el juego
que han jugado los jugadores de uno y otro y otro equipo. Antes de
que aparecieran los huesos de las grandes piezas cobradas fríos y
relucientes y pelados bajo la lluvia.
–A usted le
gusta mucho la lluvia ¿no? --pregunta la Realidad
–Pues sí,
yo siempre he vivido en países lluviosos. La lluvia limpia mucho..
Febrero de
2013. Paro y frío. Cada día que pasa hay 8.500 empleos menos. Los
230.000 empleados de las grandes superficies trabajarán 26 horas más
al año por el mismo sueldo. María Dolores de Cospedal sigue
quitándoles piezas a la Sanidad y a la Enseñanza en Castilla-La
Mancha, y en Euskadi, quince jugados se tienen que reorganizar como
sea porque se van a quedar sin jueces sustititutos. Dos pequeños empresarios
vascos (o trabajadores autónomos, para el caso es lo mismo) se han visto obligados a querellarse contra el gigante Saint
Gobain, que se ha apropiado de su trabajo (aquí se ve como las
gastan los grandes poderes de este mundo) y el consejero
Gatzagaetxebarria ha admititido honradamente que los recortes tendrán
que afectar, también en el País Vasco, a Sanidad y a Educación,
aunque se intentará que afecten lo menos posible. Estaría bien,
propongo, que dejaran EITB reducido a un canal en euskera y otro
canal de divulgación cultural sobre el país y sobre el mundo, para
el país y para el mundo, en castellano, francés e inglés. Eso
dejaría libres muchos recursos para Sanidad y Enseñanza.
–¿Y no vas
a decir nada de Bárcenas?– me pregunta la Realidad.
–Sí. Que me
gustaría no haber tenido nunca noticias suyas.
(Se publicó con otro título el martes 5 de febrero de 2013 en el diario El Correo)
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