"La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa,
tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que
llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al
Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres
nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar..." Imagen y texto de Wikipedia
Día de Reyes
Artículo publicado en el diario El Correo el 6 de enero de 2015
Para
los reyes del mundo todos los días son días de Reyes. Los reyes del
mundo no llevan corona ni andan por ahí gritando “yo soy don Juan,
emperador de todos los reinos del mundo” como el delirante
personaje de Lobo Antunes. En cambio hoy, sólo hoy de entre todos
los días del año, es día de Reyes para unos cuantos millones de
currelas de unos cuantos países de habla hispana, siempre que sean
currelas en ejercicio, es decir, currantes, y siempre que no
pertenezcan al crecido y aún creciente grupo de trabajadores que, a
pesar de trabajar a jornada completa, son pobres, a veces demasiado
pobres. Pues como el mundo no sólo es injusto sino además cruel,
los Reyes Magos no visitan las casas de quienes no tengan ingresos
suficientes para costear la visita. Es verdad que existen unas
medidas paliativas para suavizar este efecto de la organización o
desorganización social, pero los regalos caritativos no llegan a
todos los hogares en los que la calefacción ya no se enciende, y en
el ancho fondo donde subsisten los que nacieron en la carencia de
casi todo no hay suelo fértil para cultivar ninguna posibilidad de
mejora, ningún fruto que llevarse a la boca o a la inteligencia,
ningún regalo de reyes. Los reyes de la casa de una parte de la
clase media española se han visto destronados cuando sus padres
perdieron el empleo mientras los servicios sociales destinados a
menores se reducían casi un 15% desde 2010. Unicef da una cifra de
2,3 millones de menores por debajo del umbral de la pobreza para el
reino de España, donde los Reyes Magos, más por magos que por
reyes, nos han traído esa otra cifra, la que publicó ayer el
Gobierno para alegrarnos la noche y poco más con su punzada de
optimismo: 253.627 parados menos nos ha dejado 2014 y un total de 4,4
millones de personas inscritas en las oficinas de empleo. De quienes
no buscan empleo porque ya desesperaron no dicen nada las
estadísticas. En este país de países y en los diferentes países
por los que se reparte el paisanaje los recursos que quedan después
del encogimiento de la economía y de las fugas de capital ya sólo
dan para alimentar las redes clientelares, que al fin y al cabo
tienden a comérselo todo. Fuera de ellas hay vida pero no mucha
esperanza. Sin embargo, quienes se han quedado dentro de la red donde
se trabaja y se vive han decidido volver a esquiar, pues oyen decir
cada día que ya no se pierde empleo sino al revés, y si han
conservado el suyo hasta ahora empiezan a pensar que podrán
conservarlo de aquí en adelante. El país, sus países y paisanos,
abren hoy su regalo de reyes. Nadie encuentra lo mismo dentro del
paquete y a los Reyes Magos les robaron ayer 700 kilos de caramelos
en Durango, pero no en Mexico sino en Euskadi, donde también se
roban caramelos y se cuecen habas en el roscón de Reyes.